‘Sistemas Binarios (canciones encontradas)’ es un proyecto cuyo germen es la simbiosis entre la poesía y la música de Miguel Rivera. Una selección de textos de su libro ‘Sistemas Binarios’ (Aguilar, 2020) que, llevados al pentagrama, cobran una musicalidad y una dimensión nuevas; un sentido amplificado. Se produce un fenómeno por el cual los poemas — que originalmente no fueron concebidos para ser cantados— reivindican por sí mismos esa parte musical de su naturaleza que el propio autor desconocía cuando estaba gestándolos.

‘Sistemas Binarios (canciones encontradas)’ está fecundado con la misma simiente que durante veinte años ha propiciado el imaginario de Maga, banda con la Miguel Rivera ha alcanzado reconocimiento como uno de los puntales del pop nacional contemporáneo. Pero ese imaginario bucea aquí en cotas líricas más profundas, inexploradas con anterioridad por el autor. Musicalmente, Miguel Rivera visita latitudes hasta ahora alejadas de su repertorio. Añade así a su habitual maestría pop colores y sonoridades de músicas de raíz africana, latinoamericana y andaluza.

El espectáculo se estructura en tres actos:

ACTO I: El enamoramiento y el desamor

ACTO II: La ausencia

ACTO III: Lo carnal o sensual.

Cada acto tendrá un tratamiento visual-escénico diferente que ayudará a enfatizar las sensaciones que pretenden provocar los textos musicados.

La voz narradora de Asier Etxeandia nos adentrará en los vericuetos emocionales de los mismos al principio de cada acto, mientras el espacio escénico diseñado por Rafael Villalobos será continente, forma y movimiento del imaginario de los textos.

‘Sistemas Binarios (canciones encontradas)’ no es un concierto al uso, está concebido para transitar en espacios teatrales. La iluminación, las proyecciones, las voces en off, la puesta en escena serán elementos imprescindibles para que el espectáculo alcance su máxima plenitud expresiva.

Pretende ser una experiencia emocional sinestésica para el público y para los propios músicos, donde los sentidos y los sentimientos se mezclarán bajo el denominador común de la poesía. Será un espectáculo que traspase el concepto musical, la dramaturgia y el lenguaje visual para crear una obra singular que permee al público asistente.

La formación instrumental se ha confeccionado con la idea del ritmo como núcleo latiente del lenguaje musical de la obra. Así, la percusión es el cimiento sobre el que se eleva todo el andamiaje de las canciones. Bombo legüero, timbales diversos, cencerros, y otros elementos percusivos de origen étnico conforman la base sobre la que se acomodan el resto de instrumentos: guitarra, piano, contrabajo, saxo, ukelele, guitalele, balafón y armonio. No son los instrumentos habituales en una formación pop, ya que el espectáculo discurrirá sin prejuicios en aguas sonoras de músicas de raíz, que fluyen de manera natural por el cauce pop de las melodías vocales.