Hijo de los cantantes de folk Loudon Wainwright y Kate McGarrigle, nació en Rhinebeck (Nueva York, 1973), a los 6 años tocaba el piano; a los 13 ya salía de gira con The McGarrigle Sisters, el grupo de su madre, su hermana Martha y su tía Ann; a los 14 actuaba, cantaba y componía para la película Tommy Tricker. A los 25, fue artista del año para la prestigiosa revista Rolling Stone. En la travesía de los 30 se casó con Jörn Weisbrodt, tuvo una hija con su amiga Lorca Cohen y amplió su mundo de trovador, de voz, piano y guitarra, a las grandes orquestas y los teatros de ópera, donde da rienda suelta a sus demonios con un lirismo exquisito y un desbocado gusto musical. Hoy, Rufus es mucho más que un cantautor pop; es el músico total. Ocho años, en los que se ha dedicado a la ópera y a poner música a sonetos de Shakespeare, son los que ha tardado Rufus Wainwright en regalarnos estos 52 deslumbrantes minutos de pop puro que suenan como un disco de grandes éxitos compuesto con canciones inéditas. Producido por Michael Froom, veterano productor de Roy Orbison o Randy Newman, Unfollow the Rules es el mejor homenaje a sí mismo y al pedigrí musical de su familia. Un sublime ramillete de 12 canciones que arrancan como una nana para transitar por ritmos sinfónicos, de vals, música country, crooner electrónico y coros. Un regalo volver a tener a Rufus en Cartagena, del que Elton John dijo: “Es el mayor cantautor del planeta”.